martes, 17 de enero de 2017


 
 

PEQUEÑO Y ADÁNICO INOCENTE 


 
 
Pequeño y adánico inocente: el colmo del buenismo es que Daesh explica en sus comunicados, con absoluta precisión, con claridad meridiana, las razones exactas por las que asesina en Occidente pero tú opinas que no, que asesina por otras. Qué pardillo eres: nos odian por lo que somos, no por lo que hacemos, y tú te niegas a entenderlo. Prefieres imaginar que tú eres bueno y que el malo es tu gobierno, pero no: eres tú, tú, eres tú lo que ellos odian. Les irritan tus creencias y, si nos las tienes, tu increencia les irrita aún más. Se avecina una nueva Edad Oscura, con odio, miseria e intolerancia; se avecina una teocracia sangrienta, pero aquellos a los que nos pilla esto mayores no llegaremos a verlo: dudo que el proceso termine en menos de 50 años. Eso sí, cuando dentro de unos siglos vuelva la luz, los historiadores se preguntarán, perplejos, por nuestra civilización: la primera en toda la historia de la humanidad que desapareció no por el embate de fuerzas superiores sino porque, sencillamente, decidió odiarse a sí misma, liquidarse a sí misma. Y en ese acontecimiento extraordinario sí que habrá culpables; por numerosos que sean, habrá culpables muy concretos; sí que los habrá, pequeño, adánico, estúpido inocente.